De entre las opciones nutricionales saludables que proponemos para nuestros peludos, la dieta Barf es la que consideramos más completa. Se basa en alimentos crudos y naturales. Su objetivo es imitar la alimentación de los ancestros salvajes de perros y gatos, proporcionando una nutrición más natural y saludable. La dieta natural en crudo basada en carne, aparte de ser más digestible, proporciona una flora intestinal más variada y, por tanto, un sistema inmunitario más fuerte, lo que contribuye a que estén menos deprimidos y ansiosos y por lo tanto más felices.
Pero obviamente, disponemos de otras opciones nutricionales saludables que se puedan adaptar mejor no solo a las particularidades del peludo sino también del cuidador, entre las que destacan: la comida cocinada, deshidratada, húmeda o incluso piensos de alta calidad…
Esta alternativa implica el uso de alimentos deshidratados como carne, pescado, frutas y verduras, que se rehidratan antes de alimentar a nuestro peludo. Los productos deshidratados mantienen la mayoría de sus nutrientes y son fáciles de almacenar y transportar, siendo una opción práctica.
En esta dieta, los alimentos se cocinan al vapor en lugar de crudos como en la dieta BARF. Se utilizan carnes magras, pescado, vegetales y carbohidratos como arroz o patatas, que se preparan suavemente para preservar los nutrientes. Esta opción es ideal para perros con sistemas digestivos sensibles o que necesitan alimentos más suaves.
En esta alternativa, se usan alimentos comerciales de alta calidad, como piensos secos o húmedos formulados con ingredientes naturales y balanceados nutricionalmente. Estos productos ofrecen consistencia en la alimentación, asegurando que los perros reciban todos los nutrientes necesarios para una salud óptima. Es importante elegir marcas de confianza y leer las etiquetas para garantizar la calidad de los ingredientes.
